Los niños de los 90

En días anteriores, recibí un correo electrónico que comenzaba con la siguiente frase: "Eres un niño de los noventas si..." y se ennumeraba una gran cantidad de situaciones, mitos, artículos, programas de televisión y demás que transcurrieron durante aquella década. Sin dejar de reír por algunos recuerdos, tales como los walkman amarillos y los tenis con focos en el talón, pense en otras cosas características de aquella generación; por ejemplo, al iniciar la década con la caída de la U.R.S.S. y el fin de la guerra fría, fuimos la primera generación de niños en décadas que no crecimos con el miedo del inevitable holocausto nuclear, las guerras civiles centroamericanas estaban terminando, comenzaban las de la ex Yugoeslavia y las dictaduras en América terminaban. Somos una generación que no concibe el mundo sin el virus del SIDA sin video y con comunismo. El holocausto nuclear ocurrido en la cinta Terminator (según la historia, ocurrido en 1997) creíble en los años ochentas cuando fue estrenada la cinta, no solo es risible ahora, también lo fue aquel año y hoy, a casi veinte años de haber comenzado la década de los noventas, no ha habido cambios tan radicales que causen una gran impresión a esta generación, con la única excepción del Internet, aunque esta impresión no equipara a la generación de los sesentas y la llegada del hombre a la luna ¿Por qué? Por haber crecido en una década donde las computadoras eran accesibles y era común verlas en hogares, el Internet se convirtió en un programa más de nuestra indispensable tecnología ¿A que viene esto? A la visualización que se tenía sobre el futuro ¿Quién no lo imagino como en la cinta Back to the future II, con las patinetas antigravedad, los tenis automáticos y las pizzas que debían hidratarse, muy parecidas a las esponjas de dinosaurios que crecen con agua? Hoy, como jóvenes, no visualizamos el futuro así, lo visualizamos de una manera mas fantasiosa que aquella. Hace algunos meses, en un número de la revista Selecciones (no recuerdo la edición) encontré un reportaje sobre como ven el futuro los jóvenes de México (actualmente, estudiantes universitarios) Y todos ellos, sin excepción, se visualizaban a si mismos, en diez años, con un empleo estable, pagando una vivienda propia y estudiando una maestría. Estas afirmaciones son comprensibles, quizá, en estudiantes de secundaria, pero no en estudiantes universitarios, sin embargo, los estudiantes entrevistados provenían de universidades privadas, lo que me hace pensar si, acaso, estas instituciones son centros verdaderamente educativos o si solo son centros de capacitación para el trabajo administrativo de la economía privada (pocas universidades privadas ofrecen carreras en ciencias, artes o humanidades) Esa es mi primera idea, la segunda me hace pensar que no es algo exclusivo de los estudiantes de dichas instituciones, sino algo general. Me inclino mas a la segunda opción, si bien, me parece que esta "ineducación" se acentúa mas en las universidades privadas (no es algo personal contra estas escuelas o que este enojado con las mismas, me son indiferentes) Por ejemplo, para no crear una imágen negtiva de todo un colectivo, no mencionaré el nombre de la escuela, pero, una persona que conozco, estudio Economía en una universidad privada, y desconocía los conceptos de Keynes, fundamentales en el siglo XX, aplicados en varios países y que permitieron crear numerosas instiruciones sociales. No cree que la Sociología sea algo tarscendente en el estudio de la Economía ni cree que la Ciencia Política este relacionada con la Economía ¿Es eso una educación completa?

Pero ¿Cuál es la causa? El boom tecnológico nos golpeó, terminamos utilizando complejos sistemas de cómputo para matar al rey Koopa y salvar a la Princesa, una temprana alienación que aun hoy sufrimos; sitios web con enorme potencial como Youtube son desperdiciados con videos ridículos como "La caída de Edgar" o "Numa Numa" cuya cifra de reproducciones es perturbadoramente alta, mientras que los videos sobre el movimiento republicano español (por citar un ejemplo) no alcanzan, en total, ese nivel de reproducciones. No me opongo a videos "chuscos" o a los videojuegos, el problema es la enajenación en la que vivimos. Nuestra alienación al sistema comenzó desde temprana edad, una constante en los niños de los noventas fue que ambos padres trabajaban (muchas veces, tenían dos empleos) por el bien del bienaventurado T.L.C. y el precioso Libre mercado, así, crecimos alimentados por comida de microondas y criados por la Televisión vía satélite y con una educación en la que no era necesario estudiar actualidades. Infectados física y mentalmente desde pequeños, ignoramos las masácres de Acteal y Aguas Blancas (que guardan una aterradora similitud, en causas y medios, con el genocidio musulman en Bosnia) y hoy, seguimos así: apaludiendo el capitalismo sin darnos cuenta de las víctimas que causa (¿A quién le importa el ecocidio de Chiapas si yo puedo beber en envase deshechable?) Creyendo en el viejo cuento de hadas de "Si trabajas te vuelves rico" y vivir "confortablemente" en nuestro papel de la pequeña tuerca de la gran máquina que es el mercado. En los setentas existió el movimiento punk, en los noventas sucedió La batalla de Seattlle y no es necesario recordar la dulce protesta de los sesentas ¿Que hemos hecho los de la generación 2000? ¿Los niños de los noventas? Salgamos de la enajenación y aprovechemos la tecnología y este bendito Internet para sacudir el sistema, triunfar y cambiar el mundo. Esta vez, tenemos que lograrlo.

Vivan bien.